Encuentro de la Resistencia en el Centro Cultural Tupac Amaru

La jornada se realizó en una tarde calurosa y casi agobiante de primavera anticipando el verano que se aproxima en el Centro Cultural Tupac Amaru, situado en Castelar Sur, reuniendo a organizaciones de pueblos originarios, campesinos y movimientos sociales con el fin de compartir las diferentes luchas que se desarrollan en contextos disímiles tales como Buenos Aires, Santiago del Estero, Chaco y el conurbano bonaerense, entre otros.
 
Los miembros de la Biblioteca Popular Tupac Amaru, fruto de una lucha del barrio por construir un espacio que convoca a vecinos en talleres de varias disciplinas, charlas debates y encuentros, fueron los anfitriones de una jornada que ellos mismos definieron de diálogo, formación y debate político con miras a crear una articulación entre los concurrentes que muchas veces abocados a los propios escollos que se presentan en sus propias realidades subestiman la potencialidad de crear una articulación más general que permita colaborar, interactuar, y realizar acciones conjuntas.
 
La tarde prometía una choriceada llegada la nochecita y guitarreada, pero primero un debate jugoso con un invitado del MoCaSe- Vía Campesina, Roque Acuña. Como disparador para introducirnos al tema compartimos la proyección de un corto documental de los compañeros Mirada Horizontal, acerca de un corte de ruta que encabezaron las mujeres del MoCaSe un 8 de marzo, día de la mujer, exigiendo la liberación Omar Pereira, miembro del movimiento, mostrando el atropello y accionar policial y judicial, denunciando la complicidad del aparato estatal en detrimento de los derechos de los campesinos y, particularmente, dándole rostro a la consigna "cuando una mujer avanza ningún hombre retrocede".
 
Se acercaron miembros de Centros de Estudiantes de colegios secundarios, miembros de la Cátedra de Estudios Americanistas de la UBA, Encuentro de la Resistencia que reúne a mapuches, collas y miembros de otras comunidades indígenas que viven en Buenos Aires, Puente del Sur quienes llevan adelante un emprendimiento de distribución de productos de movimientos sociales, documentalistas y educadores populares que trabajan en Morón. Luego de la presentación se inició un diálogo que se propuso en principio hallar cuáles son los distintos diagnósticos y acuerdos básicos entre los concurrentes.
 
A medida que el atardecer se acercaba el debate se hacía más rico, cada uno aportó desde su propia experiencia de construcción política siendo el primer punto de coincidencia la no filiación partidaria sino opción por construir desde las bases, así mismo, la necesidad urgente de la unión de la lucha campesina con la urbana. Roque, al respecto, sostuvo que "no solo se trata de cambiar de centro y que las organizaciones se hagan parte del MoCaSe sino que primero se busque y se consiga transformar la propia realidades, que la lucha del mocase sea compartida y punto de encuentro pero no el único". Fué otro tema de debate importante la economía de cada organización y la no respuesta a ese problema por parte de militantes y organizaciones. Y por último, las ganas de consensuar una propuesta concreta que reúna a las agrupaciones nuevamente en una actividad constructiva.
 
Los compañeros mapuches hicieron hincapié en la necesidad del cambio desde una relación cultural que rompa los parámetros del capitalismo que se presenta en todos los ambitos públicos y personales de cada uno de nosotros, y cómo puede tomarse de las culturas precolombinas el mejor ejemplo de resistencia al exterminio sistemático y de lucha contra el imperialismo. El pachacutic, que significa la renovación de la tierra (entendida como un todo), sucede cada miles años y trae aparejadas hechos positivos y negativos (como si fueran rachas buenas y malas) que se van intercalando. Ellos sostienen que es "el tiempo de los pueblos" debido a que el primer pachacutic fue el de 1492 que trajo consigo muerte y saqueo, y que ahora nos encontramos en una etapa de construcción de alternativas y superaciones.
 
"Si somos pocos o somos muchos es relativo si hay ímpetu de cambio y de seguir construyendo alternativas, de a poco se iran sumando más y dejando de ser espectadores para ser militantes sociales". "La educación y la cultura como espacios de lucha y resistencia para crear el sentido de pertenencia, dejando de lado el nacionalismo inútil, sino como propulsora de la identidad americana", fueron entre otras tantas reflexiones que nacieron de la conversación entre docentes universitarios, secundarios, educadores populares. Entre mates y charla se fue la tarde y continuó el encuentro pero más distendido con música y comida. Nos fuimos con la propuesta latente de articular y crear proyectos comunes, y con la certeza de que la educación es un espacio de primordial importancia que reúne desde la necesidad de formarse, pero sobre todo de CAMBIAR (a nosotros mismos, y luego al sistema).