La visita de Mariano Grondona en la Universidad Nacional de la Matanza
ENSEÑANDO A SER DEMOCRATICO
*Por estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Matanza
Personal de seguridad a cada rincón con rostros tensos y duros como la piedra, handies que se escuchaban desde metros de distancia y nerviosismo, mucho nerviosismo. Esta fue una de las primeras escenas que se pudo ver este último martes por la tarde en la Universidad Nacional de la Matanza (UNLAM) ¿El motivo? La llegada de Grondona al Aula Magna de esa casa de altos estudios, quien brindó una extensa charla sobre los 25 años de democracia en nuestro país, en una jornada organizada por el Departamento de Derecho y Ciencias Políticas a cargo del derechista Alejandro Finocchiaro
Parecía un gesto de provocación liso y llano e implicaba una verdadera contradicción: el icono del periodismo dictatorial y antidemocrático hablando sobre democracia, la misma a la que se encargó de debilitar a lo largo de los últimos 40 años en sus diferentes comentarios y análisis políticos, defendiendo con énfasis los gobiernos de facto presididos por Juan Carlos Onganía y Jorge Rafael Videla, a los cuales les brindó un trato complaciente desde su espacio en los medios.
"El país espera un Moisés, porque vislumbró la tierra prometida", había escrito el “honorable” Doctor en referencia a Onganía, en la revista Primera Plana, días antes del golpe de Estado de 1966. Para Grondona el dictador representaba la “última alternativa de orden y autoridad”. Esas palabras reflejaron su posición política, tendiente a desacreditar la acción del gobierno de Illia y a prestigiar el Golpe y el encumbramiento de un nuevo líder militar como respuesta a la supuesta crisis argentina.
Tampoco ahorró esfuerzos a la hora de apoyar a la última dictadura, la más sangrienta de la historia nacional. Cuando arribó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a nuestro país, en septiembre de 1979 escribió para El Cronista Comercial: “....Por creer que el derecho a la seguridad es un derecho humano que el Estado debe proteger, los argentinos recibimos hoy la visita de la CIDH. Esto es lo malo. Que están aquí porque somos derechos y humanos”
Un personaje de este tipo, con un pasado (y un presente) tan negro, difícilmente podía pasar inadvertido. Su presencia fue repudiada desde el primer momento por estudiantes de la UNLAM y agrupaciones políticas, a algunos de los cuales se les vedó el ingreso a la conferencia del Dr. una vez iniciada la misma, lo que generó un clima aún más tenso.
Con la consigna “Grondona, basura vos sos la dictadura”, los estudiantes se manifestaron en contra de uno de los mayores intelectuales al servicio del poder y consiguieron tener un acercamiento con él (a pesar de una fuerte custodia que lo rodeaba), una vez finalizada la conferencia. Fue en ese momento cuando le recordaron (con citas textuales) su rol como propagandista de los dos últimos regímenes dictatoriales y, en especial, como acérrimo defensor de la dictadura de Augusto Pinochet. Sólo hace 2 años, con motivo de la muerte del dictador, sostenía en uno de sus editoriales televisivos: "Si no fuera por Pinochet, Chile sería Cuba. [...]. Yo puedo aceptar que alguien tenga una ideología fascista [...], pero lo que a mí me defraudó realmente, fue que tuviera cuentas en Suiza, eso es inadmisible".
El escrache significó, sin duda, un intento de actualización, en un país de memoria corta, donde muchos olvidan como si nada un prontuario que convierte al Doctor en la persona menos idónea para hablar de democracia. Un Grondona que tratará siempre, desde ese rol de tipo “culto y pensante”, de bajarnos línea sobre todo lo que hace falta para que el país funcione; que recordará pasajes de "La República" de Platón, que recurrirá a etimologías griegas o citará a Cicerón o Montesquieu pero que siempre brindó su apoyo ideológico a las figuras más nefastas de la historia nacional.
ver video sobre el "dialogo" con grondona
