DocSur es un grupo independiente de estudiantes y docentes con 3 años de actividad, heredero de la experiencia pedagógica del Taller III de Televisión de Comunicación Social de la UNLAM.

 

El Ministerio de Educación anunció este año la Segunda Convocatoria de Proyectos de Voluntariado Universitario, donde se invita a cátedras y estudiantes de universidades públicas a presentar proyectos de trabajo voluntario que promuevan la vinculación con la comunidad en que se insertan, entendiendo que la Universidad Argentina tiene que mantener su condición de gratuidad y su autonomía, pero debe profundizar su función social. La convocatoria es de carácter público y abierto y, a través de un comité evaluador, el Ministerio elije una cantidad de proyectos para ser subvencionados en sus gastos, viáticos, equipos necesarios para la tarea, etc.

 

Del lanzamiento del programa, en el 2006, nos informamos de una manera azarosa e informal. La ausencia de afiches en la universidad anunciándolo restringió las posibilidades de participar de muchos docentes y alumnos que lo hubieran hecho en otras condiciones. Nuestro proyecto propone el inicio de un espacio de enseñanza del género documental, de carácter comunitario y alternativo, a través del dictado de un taller de realización para los vecinos del barrio La Juanita, en Laferrere, La Matanza.

 

Con profunda expectativa, el grupo construyó el proyecto y, cumpliendo con todas las condiciones formales, lo entregó para su firma al Depto. de Humanidades y Cs. Sociales de la UNLAM, pues era condición la firma del decano – en ese momento el Dr. Enrique Valiente – para poder ser enviado, dentro del tiempo estipulado, al Ministerio para su evaluación. El tiempo transcurría, las explicaciones escaseaban, y la firma no llegaba. Diariamente asistíamos al Departamento con la esperanza de tener una respuesta. ¿Porque el decano no podía o no estaba dispuesto a firmar? ¿Cuales eran las razones en la demora de la firma? Nunca obtuvimos respuesta. Finalmente, viendo que los plazos estaban agotados, un grupo de alumnos concurrió allí y no se retiró hasta ser escuchados por el decano. Mágicamente, todo se resolvió esa misma noche y el proyecto fue enviado al ministerio. No sabemos, aún hoy, en que medida gravitó ese atraso en la evaluación de nuestro proyecto por parte del comité del Voluntariado.

 

Este año, con otro decano, el Dr. Fernando Luján Acosta, la situación es exactamente la misma. Hace más de un mes, el proyecto espera su firma en su oficina del Departamento de Humanidades y Cs. Sociales. Lejos de entender esto como un problema exclusivo de nuestro grupo, nos preguntamos: ¿Por que no podemos, estudiantes y docentes, desarrollar y llevar a cabo proyectos independientes, con cierta normalidad, sin necesidad de padrinazgos, o avales? ¿Por que el nulo diálogo de las autoridades con docentes y alumnos de la carrera?